Mi Papá
Rafael José
Bravo García
Un 18 de Octubre de 1938, nace un varón Gallardo
él, parido por Arsenia García de Bravo,
e hijo de Pablo Bravo, al cual le dieron por nombre; Rafael José, y de cariño
le llamaron Fay. Era el segundo de 10 hermanos, Los primero años de su vida los
vivió en la Cruz de Taratara un pueblo de la Sierra de Falcón, al lado de sus
padres (mis abuelos), sus hermanos y sus tíos,
quienes ejercieron gran influencia sobre su carácter, este era dominante
sin caer en la violencia.
Mi padre era un hombre de mediana estatura,
muy guapo, cara cuadrada, nariz perfilada, de piel blanca, cabello liso, ojos
negros, fuerte, muy sano y muy
activo. Además era un hombre muy
puntual, no le gustaba llegar tarde a ningún lugar, por no quedar mal ni nada
parecido y era muy veraz porque siempre decía la verdad. Fanático del Beisbol,
su equipo favorito eran los Leones del Caracas, por ende nosotros sus hijos
somos caraquistas y se extiende hasta los nietos.
Siempre tuvo mucho afán por el trabajo, desde
muy niño tenía la tarea de levantarse en la madrugada para ordeñar las vacas y
sacarlas del corral, esto antes de ir a la escuela. Luego, al pasar el tiempo,
siendo un adolescente la familia Bravo García emprende la aventura de emigrar a
la ciudad de Coro, con los deseos de hacer una vida plena para lo cual hizo
grandes esfuerzos, ¡el camino! duro y estrecho, pero siguió adelante con los
concejos de su Papachito y Mamachita, así fue andando y superando los
obstáculos.
Siempre trabajando ayudando a mi abuela, por
lo que no hizo estudios superiores solo estudio la primaria y la mitad de la
educación básica, sin embargo, mi papá era todo un erudito, un muy hombre
inteligente, conocía de historia, de política, economía, le gustaba los boleros
sobre todo lo de su época boleros de los años 50 y 60, escribía cartas
románticas hermosas.
Tenía dos hobby, el primero era la lectura,
en casa se compraban tres diarios nacionales (El Universal, el Nacional y el
Panorama) dos locales (El Nuevo Día y el Diario La Mañana), luego de trabajar
se sentaba a leer sus periódicos, tenía su
rutina para ello, en la mañana leía los titulares, ya en la tarde entonces leía
las noticias e iba guardando los artículos para la noche. El segundo hobby era
sacar crucigramas puedo decir que esta era una pasión en la que participábamos
mi mamá y yo, cuando no sabía las respuesta le ayudábamos a buscarlas, para
esto tenía una hora especifica de la tarde y sobre todo la tarde del domingo
era para sacar los crucigramas que guardaba.
A la edad de 23 años, le llegó el amor y
conoció a la señorita Eira Cristina, con la que por cierto echando a su Papachito
por delante logró conquistar para matrimonio y dos años después el 13 de abril
de 1964 se une en matrimonio con tan guapa y distinguida señorita, después por
casi arte de magia y lo digo por el tiempo, le nacen cinco hijos Argelia,
Eyrita, Félix José,(Joselito), Nazareth y José Rafael, quienes consolidaron la
unión y por quienes se dedicaron, con su amor, trabajo y empeño a criarlos y
educarlos, lo que significó un reto más, Fay en el rol de papá, tuvo que
emprender varios proyectos y cambiar de trabajos para así poder darle a su
familia lo que necesitaba, cada día más difícil pero sus ganas de mejorar el presente
para asegurar el futuro era más fuerte.
Como padre, nos sentimos orgullosos puesto
que él fue la figura de padre de mucho de nuestros amigos de la infancia, que
aún seguimos siendo amigos, entre ellos puedo mencionar los hermanos Nuñez
(Alirio, Aramelys, Carmenis, Atilio y Amirola), vecinos y amigos de toda la
vida para ellos era Pafay (la unión de papá y fay). Los hermanos Sifontes
(Máximo, Pedro y Marcos), los hermanos Gutiérrez, (Calixto y Marcos) muchas
anécdotas e historias vividas y compartidas.
Quien lo recuerda con admiración es Calixto, me dijo hace poco, que
nunca creyó que “Fay se fuera a morir, si él era inmortal”, me hizo llorar con
esas palabras… también dijo que el dolor de perder a mi papá se mezclaba con la
impotencia de no haber podido aprovechar más todo el bagaje de conocimiento que
tenía.
Entre todo ellos se destaca Edgardo, a quien
mi papá adoptó desde muy jovencito, tanto que nosotros lo consideramos el
hermano mayor, para él mi papá era y sigue siendo “El Viejo”.
Mi papá tuvo un hijo con otra mujer, luego de
muchos años ya siendo adultos nos conocimos, él es Jorge, con quien mantenemos
una buena relación. Si lamento algo, es
no haber compartido, la niñez y la juventud con Jorge tanto o igual como con
mis otros hermanos.
Junto a mi mamá, nos levantó y nos dio educación, nos vio crecer y
emprender nuestras vidas y es entonces cuando Dios bendito le concede la gracia
de otra oportunidad, cuando después de mucho hacer por los hijos, le da la
buena nueva de tener a su lado 14 maravillosos nietos, Jesús Rafael, Félix
José, Roraima, Ricardo José, Pedro Jesús, Félix Gabriel, Félix Daniel,
Nideyris, Niuskarys, Angélica, José Alexander, Jorge, Joangel y Luisangel.
Aunque no lo crean, Fay el de Chena siguió madrugando,
trabajando, hasta el último momento, dando ejemplo a sus hijos, nietos,
hermanos, sobrinos, y a todos los que de alguna manera pudieron aprender algo
de él, con sus historias, anécdotas, cuentos, chistes, logrando así disfrutar y
sonreír al lado de todos los que le amamos y los que lo vimos y aprendimos su
mensaje de que “El que persevera vence”…
Mi padre (Paito) fue un hombre muy trabajador
y parrandero, hizo amigos en todas
partes, una de las cosas que siempre admiré de él era su honestidad se dio a
conocer como un hombre honesto y honrado siempre con la frente en alto hasta el
último día de su vida.
Pero la ley de la vida es nacer y morir luego
de 75 años de una vida bien vivida le llegó la hora de partir, el 07-07-14, un
día lunes, se levantó como todos los días en la madrugada, busco sus periódicos
y las empanadas del desayuno, me pidió le sacara dinero del banco, almorzó y
salió a la una de la tarde hacer un depósito y no regresó, le sobrevino un
infarto de regreso a la casa... nunca olvidaré su rostro sereno lleno de paz
sin poder creer que lo que decía el medico era que ya no estabas con
nosotros…
En el cumpleaños N° 70, le hicimos una fiesta
a la que invitamos su familia y amigos donde disfruto con todos y le dedicamos
este mensaje:
Paito…
A Dios damos gracias, por ser nuestro Paito.
Por tus reproches y consejos
Por el bien que nos has enseñado, por ser
hombre bondadoso, lleno de paz y sabiduría.
Porque amas la verdad, la justicia y la
rectitud, hombre noble, parco y luchador.
Aspirando siempre a lo mejor y a sus sueños
no renunciar.
Por aborrecer todo lo malo.
Por tus celestiales valores, por guiarnos de
la mano en senderos llenos de flores.
Por tus palabras de aliento, por tus
silencios elocuentes, por tu mirada sabia y profunda.
Por tu expresión tan serena, por tu paciencia
y tesón.
Por ser hombre testarudo aferrado a tu
convicción.
Por mantener en alto tus ideales sin perder
la calma y la razón.
Por tu amor paternal.
Hombres como tú hay pocos. Eres un padre
ideal,
Por todo esto te queremos y a Dios de nuevo
agradecemos por tenerte…
Te queremos mucho….
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